Competencias docentes para trabajar por competencias

Desde hace ya unos años venimos hablando de competencias, de trabajar por competencias, de programar por competencias, de evaluar por competencias. Sin embargo, ya sabemos que existen ciertas dificultades para llevarlo a cabo, la mayor parte de los casos es por desconocimiento por parte del profesorado, otras veces es por dificultades en un sistema demasiado rígido en innovación metodológica y, claro está que, si no se cambian las metodologías difícilmente podremos incluir un trabajo por competencias adecuado.

Sin embargo, estas competencias se refieren a los alumnos, y aún estando de acuerdo en que los alumnos deberían desarrollarlas, me pregunto si no tendremos también que hacer especial hincapié en las competencias que deberían poseer los docentes y que, desafortunadamente, sólo poseen unos pocos y estos pocos las han desarrollado a base de pegarse con el mundo, sentirse incomprendido y echarle horas y horas de su vida para mejorar. Es decir, la formación del profesorado no se plantea para que desarrollen unas competencias que les ayude a desarrollar las de los alumnos y esto es una gran contradicción.

La formación del profesorado se basa muchas veces en programas que interesan en determinados momentos pero que pasado ese momento, ya no interesa. Yo he trabajado durante muchos años, y sigo haciéndolo, en el ámbito de estos proyectos que organizaciones grandes ponen en marcha, y he estado en el aula con docentes entusiasmados, ansiosos, generosos, reticentes… todos han acabado aprendiendo y dando de sí mismos tiempo, espacio y buen hacer para conseguir mejorar con sus alumnos.

Tantos años formando docentes para el cambio, para que la escuela se reinvente independientemente de las tecnologías (aunque con ellas, claro), profundizando en las razones por las que necesitamos ese cambio. Un cambio en el que estamos todos los que nos interesamos y aportamos desde algún lugar a la mejora de la educación. Tantos años, y tan poco cambio, o tan poco manifiesto. Se necesita remar todos a una, conseguir entender que cada uno tiene su parcela en este gran puzzle que es la innovación educativa.

Trabajo en una empresa que siempre ha perseguido este cambio, ya antes de la revolución tecnológica de los últimos años estábamos pensando en Comunidades Virtuales de Profesores que arrancaran debates y procesos de transformación. Fuimos partícipes de ese inicio, nos apasionamos y creímos en ellos, en los docentes, que son los que pueden y deben desarrollar al máximo sus compentencias para conseguir una escuela diferente donde se eduque a ciudadanos del futuro (no del pasado). He trabajado como formadora muchos años, sigo haciéndolo, pero en los últimos años percibo una dificultad que reside en la cantidad de información existente (que no formación) y que nubla el panorama, haciendo creer a los docentes que es suficiente en el desarrollo de sus competencias. Y hemos empezado a hablar de “autoformación” como un proceso donde con leer diferentes enlaces, recursos y experiencias de la red ya aprendo.

Quiero reivindicar la profesión de la formación como algo imprescindible para la adquisición del aprendizaje. Decir que con leer recursos de la red ya nos formamos es lo mismo que si nuestros alumnos aprendieran desde casa con los libros de texto o los recursos de internet, y sin embargo eso no nos parece apropiado para el desarrollo de sus competencias ¿no?

¿Entonces por qué los docentes últimamente se resisten a recibir formación de personas que, como yo, llevamos trabajando duro en eso? ¿por qué piensan que con leer y “consumir” recursos en la red es suficiente para el desarrollo de sus propias competencias? Creo que la consulta en la red es muy valiosa, de hecho yo también la utilizo para mi propia actualización, pero el proceso de formación requiere de una instrucción, de unas técnicas y unas metodologías para conseguir el aprendizaje.

Es cierto que no toda la formación que se ha impartido al profesorado ha sido adecuada, quizás ha habido exceso de formación, y ya están un poco hartos. Pero creo que debemos entender que en ese proceso de transformación tan buscado se necesita profundizar y poner en marcha mecanismos que permitan el cambio.

Hace dos fines de semana fui a Granada y me encontré con un grupo de profesores que participaron en uno de los proyectos más bonitos en los que he trabajado como formadora-coordinadora (Centros Modelo Educared), un proyecto que como tantos otros dejó de existir cuando su promotor dejó de interesarse por él. Sin embargo, un soplo de aire fresco me llegó cuando una de las profesoras de ese grupo con el que me encontré, y que era de las más reticentes en la formación, nos dijo que ahora estaba haciendo muchas cosas, que por fin había interiorizado la formación recibida y estaba utilizando las TIC y poniendo en marcha procesos de transformación. También nos dijo que estaba contenta, que le gustaba aunque le hubiera costado entender. Muchas gracias a esta profesora, y a otros tantos que me hacéis partícipe de vuestros avances, los compartís conmigo y os quedáis cerca de mi para conseguir que juntos sigamos avanzando en la mejora de nuestra educación, nuestros niños y chicos se lo merecen.

Competencias docentes para trabajar por competencias

Desde hace ya unos años venimos hablando de competencias, de trabajar por competencias, de programar por competencias, de evaluar por competencias. Sin embargo, ya sabemos que existen ciertas dificultades para llevarlo a cabo, la mayor parte de los casos es por desconocimiento por parte del profesorado, otras veces es por dificultades en un sistema demasiado rígido en innovación metodológica y, claro está que, si no se cambian las metodologías difícilmente podremos incluir un trabajo por competencias adecuado.

Sin embargo, estas competencias se refieren a los alumnos, y aún estando de acuerdo en que los alumnos deberían desarrollarlas, me pregunto si no tendremos también que hacer especial hincapié en las competencias que deberían poseer los docentes y que, desafortunadamente, sólo poseen unos pocos y estos pocos las han desarrollado a base de pegarse con el mundo, sentirse incomprendido y echarle horas y horas de su vida para mejorar. Es decir, la formación del profesorado no se plantea para que desarrollen unas competencias que les ayude a desarrollar las de los alumnos y esto es una gran contradicción.

La formación del profesorado se basa muchas veces en programas que interesan en determinados momentos pero que pasado ese momento, ya no interesa. Yo he trabajado durante muchos años, y sigo haciéndolo, en el ámbito de estos proyectos que organizaciones grandes ponen en marcha, y he estado en el aula con docentes entusiasmados, ansiosos, generosos, reticentes… todos han acabado aprendiendo y dando de sí mismos tiempo, espacio y buen hacer para conseguir mejorar con sus alumnos.

Tantos años formando docentes para el cambio, para que la escuela se reinvente independientemente de las tecnologías (aunque con ellas, claro), profundizando en las razones por las que necesitamos ese cambio. Un cambio en el que estamos todos los que nos interesamos y aportamos desde algún lugar a la mejora de la educación. Tantos años, y tan poco cambio, o tan poco manifiesto. Se necesita remar todos a una, conseguir entender que cada uno tiene su parcela en este gran puzzle que es la innovación educativa.

Trabajo en una empresa que siempre ha perseguido este cambio, ya antes de la revolución tecnológica de los últimos años estábamos pensando en Comunidades Virtuales de Profesores que arrancaran debates y procesos de transformación. Fuimos partícipes de ese inicio, nos apasionamos y creímos en ellos, en los docentes, que son los que pueden y deben desarrollar al máximo sus compentencias para conseguir una escuela diferente donde se eduque a ciudadanos del futuro (no del pasado). He trabajado como formadora muchos años, sigo haciéndolo, pero en los últimos años percibo una dificultad que reside en la cantidad de información existente (que no formación) y que nubla el panorama, haciendo creer a los docentes que es suficiente en el desarrollo de sus competencias. Y hemos empezado a hablar de “autoformación” como un proceso donde con leer diferentes enlaces, recursos y experiencias de la red ya aprendo.

Quiero reivindicar la profesión de la formación como algo imprescindible para la adquisición del aprendizaje. Decir que con leer recursos de la red ya nos formamos es lo mismo que si nuestros alumnos aprendieran desde casa con los libros de texto o los recursos de internet, y sin embargo eso no nos parece apropiado para el desarrollo de sus competencias ¿no?

¿Entonces por qué los docentes últimamente se resisten a recibir formación de personas que, como yo, llevamos trabajando duro en eso? ¿por qué piensan que con leer y “consumir” recursos en la red es suficiente para el desarrollo de sus propias competencias? Creo que la consulta en la red es muy valiosa, de hecho yo también la utilizo para mi propia actualización, pero el proceso de formación requiere de una instrucción, de unas técnicas y unas metodologías para conseguir el aprendizaje.

Es cierto que no toda la formación que se ha impartido al profesorado ha sido adecuada, quizás ha habido exceso de formación, y ya están un poco hartos. Pero creo que debemos entender que en ese proceso de transformación tan buscado se necesita profundizar y poner en marcha mecanismos que permitan el cambio.

Hace dos fines de semana fui a Granada y me encontré con un grupo de profesores que participaron en uno de los proyectos más bonitos en los que he trabajado como formadora-coordinadora (Centros Modelo Educared), un proyecto que como tantos otros dejó de existir cuando su promotor dejó de interesarse por él. Sin embargo, un soplo de aire fresco me llegó cuando una de las profesoras de ese grupo con el que me encontré, y que era de las más reticentes en la formación, nos dijo que ahora estaba haciendo muchas cosas, que por fin había interiorizado la formación recibida y estaba utilizando las TIC y poniendo en marcha procesos de transformación. También nos dijo que estaba contenta, que le gustaba aunque le hubiera costado entender. Muchas gracias a esta profesora, y a otros tantos que me hacéis partícipe de vuestros avances, los compartís conmigo y os quedáis cerca de mi para conseguir que juntos sigamos avanzando en la mejora de nuestra educación, nuestros niños y chicos se lo merecen.

A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

II Jornadas PBL y Metodologías Activas

El pasado día 30 de noviembre, participé en las II Jornadas estatales de Aprendizaje basado en Proyectos y Metodologías Activas. Sevilla, 29, 30 de noviembre y 1 Diciembre de 2012 #pblesp12, con la experiencia que os dejo a continuación:

* Enlace al blog de las Jornadas

* Presentación

 

Aquí os dejo el resumen del artículo:

Espero que os guste!

 

II Jornadas PBL y Metodologías Activas

El pasado día 30 de noviembre, participé en las II Jornadas estatales de Aprendizaje basado en Proyectos y Metodologías Activas. Sevilla, 29, 30 de noviembre y 1 Diciembre de 2012 #pblesp12, con la experiencia que os dejo a continuación:

* Enlace al blog de las Jornadas

* Presentación

 

Aquí os dejo el resumen del artículo:

Espero que os guste!

 

 

II Jornadas PBL y Metodologías Activas

El pasado día 30 de noviembre, participé en las II Jornadas estatales de Aprendizaje basado en Proyectos y Metodologías Activas. Sevilla, 29, 30 de noviembre y 1 Diciembre de 2012 #pblesp12, con la experiencia que os dejo a continuación:

* Enlace al blog de las Jornadas

* Presentación

 

Aquí os dejo el resumen del artículo:

Espero que os guste!

 

 

De recortes y crisis, ¿qué crisis?

Hace bastante tiempo que no me dejo caer por aquí, no tengo tiempo, de verdad. Es un mal que nos está afectando cada vez más a los autónomos como yo, que en tiempos de crisis y de recortes tenemos que currar el doble (o el triple) con peor resultado en general. Se multiplica el esfuerzo pero no se multiplica de la misma forma lo que uno obtiene.

Estamos al borde de un precipicio que no todos quieren mirar, algunos se dan la vuelta y se tapan la cara con las manos para no ver la que se viene encima. Estamos metiditos en casa esperando que pase la tormenta, y los que salimos a la calle, nos estamos calando!!

Y mientras esto pasa, suceden cosas, como los llamados “recortes” a los que no estamos dando toda la importancia que tienen. Me voy a centrar en educación, que es lo que más me toca, pero podríamos extenderlo a todos los ámbitos que son muchos y son muy grandes. Los recortes en educación están dejando un panorama que va a ser muy difícil levantar, pero es que además, lo están haciendo en honor de la salvación. Una salvación que no va a llegar porque estamos entrando en una “involución” muy grave. Nueva ley de educación, ¡otra vez!, no es sólo que estén segregando, es que no hay forma de que demos a una generación una ley completa de educación. Nuestros chicos pasan por diferentes reformas, en una sola generación! Pero bueno! ¿es que no es espantoso el hecho en sí mismo?

Pero hay más, esta reforma, la que se pretende ahora, nos va a situar en un terreno desconocido para nuestras generaciones de jóvenes porque es, simplemente, antigua. Es tan antigua que ni yo misma la reconozco, y eso que ya tengo más de cuarenta! Nuestros jóvenes, y ya lo hemos hablado más veces, aprenden de forma diferente, tienen múltiples inteligencias, son multitarea, son una generación Global. Y resulta que para dar respuesta a esta generación, nuestro Ministerio propone una ley que no sólo no le da respuesta, es que tampoco nos la habría dado a nosotros.

Mis hijas ya tienen 15 años y están a punto de decidir qué van a hacer con sus vidas, pero como es lógico por ser de la época que son, quieren ser muchas cosas y tienen una alta vinculación con las artes. Y no, no es un hecho aislado. Cuando eran pequeñas fueron a multitud de eventos para pequeños relacionados con la música, el teatro, el cine, la danza, la pintura… Y tampoco eran un público aislado. Creo que la mayor parte de los padres de mi edad han estimulado, más que ninguna otra generación de padres, a una generación de niños para sensibilizarles hacia las artes (también las escénicas), y sigue pasando. Los fines de semana con niños se organizan en torno al teatro infantil, títeres, música, talleres de arte… Las actividades extraescolares se reparten entre los deportes y las artes (justificadas estas, en gran medida, por el trabajo de los padres). Y esos niños crecen y quieren seguir vinculados pero… entonces llega un grupo de señores que se supone que saben de qué hablan ya que están al frente de un Ministerio, y dicen cosas como que fuera el Bachillerato de Artes Escénicas, ¿por qué? ¿realmente es por la crisis? ¿O es porque el “faranduleo” hay que dejarlo para los “hippies trasnochados” de otros tiempos? Vamos que mejor que nuestros chicos se formen en las ciencias porque de todos es sabido que en este país faltan científicos.

Y esto es sólo una de las geniales ideas de la reforma, propongo que la estudiemos en profundidad porque intuyo que lo que persigue es la vuelta a la Sociedad Industrial, mucho más que antes, donde nuestros niños y niñas (nuestros jóvenes) se especialicen en una función dentro del sistema sin plantearse nada más, que así será mucho más fácil manipularlo: “tú lábrate un porvenir sin pensar en nada más, y déjate de músicas”.

De creatividad… ni hablemos! :-(

Para leer, por si no sabías…

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1271611

http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/espana/noticias/4299996/10/12/Directores-alertan-de-una-regresion-de-los-estudios-artisticos-con-la-reforma-educativa.html

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/10/12/reforma-educativa-relega-musica-elimina-bachillerato/0003_201210G12P23991.htm

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/09/30/actualidad/1349022252_108236.html

 

De recortes y crisis, ¿qué crisis?

Hace bastante tiempo que no me dejo caer por aquí, no tengo tiempo, de verdad. Es un mal que nos está afectando cada vez más a los autónomos como yo, que en tiempos de crisis y de recortes tenemos que currar el doble (o el triple) con peor resultado en general. Se multiplica el esfuerzo pero no se multiplica de la misma forma lo que uno obtiene.

Estamos al borde de un precipicio que no todos quieren mirar, algunos se dan la vuelta y se tapan la cara con las manos para no ver la que se viene encima. Estamos metiditos en casa esperando que pase la tormenta, y los que salimos a la calle, nos estamos calando!!

Y mientras esto pasa, suceden cosas, como los llamados “recortes” a los que no estamos dando toda la importancia que tienen. Me voy a centrar en educación, que es lo que más me toca, pero podríamos extenderlo a todos los ámbitos que son muchos y son muy grandes. Los recortes en educación están dejando un panorama que va a ser muy difícil levantar, pero es que además, lo están haciendo en honor de la salvación. Una salvación que no va a llegar porque estamos entrando en una “involución” muy grave. Nueva ley de educación, ¡otra vez!, no es sólo que estén segregando, es que no hay forma de que demos a una generación una ley completa de educación. Nuestros chicos pasan por diferentes reformas, en una sola generación! Pero bueno! ¿es que no es espantoso el hecho en sí mismo?

Pero hay más, esta reforma, la que se pretende ahora, nos va a situar en un terreno desconocido para nuestras generaciones de jóvenes porque es, simplemente, antigua. Es tan antigua que ni yo misma la reconozco, y eso que ya tengo más de cuarenta! Nuestros jóvenes, y ya lo hemos hablado más veces, aprenden de forma diferente, tienen múltiples inteligencias, son multitarea, son una generación Global. Y resulta que para dar respuesta a esta generación, nuestro Ministerio propone una ley que no sólo no le da respuesta, es que tampoco nos la habría dado a nosotros.

Mis hijas ya tienen 15 años y están a punto de decidir qué van a hacer con sus vidas, pero como es lógico por ser de la época que son, quieren ser muchas cosas y tienen una alta vinculación con las artes. Y no, no es un hecho aislado. Cuando eran pequeñas fueron a multitud de eventos para pequeños relacionados con la música, el teatro, el cine, la danza, la pintura… Y tampoco eran un público aislado. Creo que la mayor parte de los padres de mi edad han estimulado, más que ninguna otra generación de padres, a una generación de niños para sensibilizarles hacia las artes (también las escénicas), y sigue pasando. Los fines de semana con niños se organizan en torno al teatro infantil, títeres, música, talleres de arte… Las actividades extraescolares se reparten entre los deportes y las artes (justificadas estas, en gran medida, por el trabajo de los padres). Y esos niños crecen y quieren seguir vinculados pero… entonces llega un grupo de señores que se supone que saben de qué hablan ya que están al frente de un Ministerio, y dicen cosas como que fuera el Bachillerato de Artes Escénicas, ¿por qué? ¿realmente es por la crisis? ¿O es porque el “faranduleo” hay que dejarlo para los “hippies trasnochados” de otros tiempos? Vamos que mejor que nuestros chicos se formen en las ciencias porque de todos es sabido que en este país faltan científicos.

Y esto es sólo una de las geniales ideas de la reforma, propongo que la estudiemos en profundidad porque intuyo que lo que persigue es la vuelta a la Sociedad Industrial, mucho más que antes, donde nuestros niños y niñas (nuestros jóvenes) se especialicen en una función dentro del sistema sin plantearse nada más, que así será mucho más fácil manipularlo: “tú lábrate un porvenir sin pensar en nada más, y déjate de músicas”.

De creatividad… ni hablemos! :-(

Para leer, por si no sabías…

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1271611

http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/espana/noticias/4299996/10/12/Directores-alertan-de-una-regresion-de-los-estudios-artisticos-con-la-reforma-educativa.html

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/10/12/reforma-educativa-relega-musica-elimina-bachillerato/0003_201210G12P23991.htm

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/09/30/actualidad/1349022252_108236.html