A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

A vueltas con la evaluación de ¿calidad?

Acabo de leer una noticia en el periódico que me ha dejado perpleja: “Madrid evaluará los conocimientos de sus alumnos con cinco años” (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/21/actualidad/1361485211_372901.html). El titular es de poner la piel de gallina, porque los niños de 5 años son eso, niños de 5 años. Pero luego, cuando lees la noticia, dice que simplemente será un muestreo para ver quiénes leen y quiénes no después de la etapa de infantil… no sé qué me preocupa más, si el titular o el contenido. Lo de la muestra no me tranquiliza, es más, me preocupa todavía más porque demuestra un desconocimiento profundo de la etapa infantil, una etapa que se caracteriza sobre todo por el ritmo individualizado de los niños. Un niño de cinco años está todavía en una etapa donde aprender a leer es lo de menos, y lo más importante es la adquisición de determinados repertorios básicos y prerrequisitos de aprendizaje que les permitirán en el futuro desempeñar la competencia lectora, escritora, lógico-matemático, musical, y un largo etcétera de competencias que han de desarrollar.

infantilYa hay muchos educadores que saben que el aprendizaje de la lectura se basa en la adquisición de requisitos previos para poder después adquirir el proceso lector. Ya me cuesta entender que en infantil se esté enseñando a leer como tal, y es algo que se hace mucho en muchas escuelas, pero que encima queramos medirlo me parece llevar el proceso de aprendizaje a una simplificación que elimina de raíz todas las teorías del desarrollo del ser humano. No sólo cognitivo, si no también emocional, social y, en definitiva, de la inteligencia humana.

En un momento donde los educadores y profesores más innovadores reclaman un cambio radical en el funcionamiento de las aulas, donde se demanda más formación en técnicas y conocimientos relacionados con el desarrollo de las inteligencias múltiples, de la inteligencia emocional, como parte vital en el desarrollo de la Inteligencia con mayúsculas del ser humano, desde las administraciones públicas sólo se preocupan por medir resultados. Pero no se preocupan por medir procesos, ni por medir aprendizaje, sólo “muestreo” de niños que, con tan solo cinco años, saben o no leer. Me pregunto si en esas pruebas (externas además) también se mide la comprensión de un texto o, mejor dicho, de una historia sea escrita, dibujada o hablada. Y tampoco sé si se mide la capacidad de empatizar, de emocionarse, de dotar de vocabulario a esas emociones, de saber dirigir de forma eficaz su comportamiento para con sus compañeros… es decir, que nuevamente se está midiendo una capacidad que encima, es muy pronto para tener adquirida.

Dentro de nada leeremos en la prensa que también vamos a muestrear en niños de 2 años si controlan o no los esfínteres con el único objetivo de saber las diferencias… ¿no es hora ya de que exijamos un poquito más de conocimiento a los que nos dirigen? ¿no es hora ya de que centremos la educación en el proceso y no tanto en el resultado? ¿no es hora ya de que la evaluación vaya implícita en ese proceso? Las teorías están ahí, me pregunto por qué no se utilizan como base para tomar decisiones de este tipo, quizás es que el problema de la comprensión lectora esté más extendido de lo que pensamos y llegue a etapas maduras. Quizás ese sea el problema que se quiere erradicar, que cuando esos niños de 5 años lleguen a la madurez sepan leer teorías y, además, interpretarlas y aplicarlas. Lo malo es que dudo que esto se consiga así. Por favor, menos pruebas de evaluación y más interés por el aprendizaje, más apoyos, más formación, más seriedad.

¿Cómo aprende la generación actual? #Kfe Innovacion

El día 15 de junio debatiremos, tomando un café, en nuestra sede 9 #MAD01 de @kfeinnovacion sobre ¿cómo aprende la generación actual?

Escribo este artículo para comenzar el debate on line, ¿os parece?

Comencemos entonces planteando si sabemos las características de la Generación actual, llamada también Generación Y, Global… Quizás comenzar planteando dichas características puedan darnos las claves de su aprendizaje o, por lo menos, las claves de cómo diseñar escenarios de enseñanza donde ellos tengan mayores posibilidades para aprender y que ese aprendizaje les sirva para ser competentes en la sociedad que vivirán.

José María Bautista  (@jmbautista2) en su libro “Todo ha cambiado con la Generación Y: 40 paradigmas que mueven el mundo”, nos da algunas claves que resumo a continuación y que deberíamos considerar. La Generación Y es:

* Postmaterial y Transracional: es una generación pulsional, del caos, de la intuición, la empatía, desihibida, positiva e hipertextual. Es la generación del pensamiento no lineal, pueden comenzar leyendo un mensaje y saltar a ver un vídeo o buscar un término en el navegador… no les vale la secuencia lógica que a nosotros nos funcionaba, primero va a, después b y después… en el caso de esta generación, se mueven en una lógica hipertextual, como el propio lenguaje de internet y que además está mediatizada claramente por las emociones. Les atrae el mundo innovador, donde se les rompan sus esquemas y les haga sentir y vivir emociones.

* Tecnológica y Social media: conocen de manera innata el funcionamiento instrumental de cualquier aparato tecnológico que surja y nazca con ellos. Su tiempo libre está mediado todo el tiempo por la presencia de estos aparatos, los iPod, Blackberry, teléfonos móviles, les permite la conexión con la Red Social en mayúsculas, más allá de las fronteras geográficas, y más allá de las fronteras de la presencialidad. Tuenti, Facebook, Messenger, Google… son parte de su Universo, parte de su ocio, pero también de su aprendizaje.

* Autoconstructivo: en cuanto cae en sus manos algo que les atrae lo exploran y crean. No esperan la “sesión magistral”, aprenden haciendo, creando, inventando y compartiendo. Youtube es un ejemplo claro de este concepto, cuántos vídeos inundan la red creados más o menos elaborados para contar, mostrar y compartir lo que están aprendiendo continuamente. No se paran a aprender una cosa para después aprender otra, no se paran a escuchar la lección magistral, buscan en foros, hablan con amigos, investigan y prueban para conseguir hacer lo que desean hacer y que forma parte de su motivación y de su sentir.

Estas son las características generales de la Generación Y. Ahora van las preguntas para comenzar el debate… ¿creéis que en la escuela actual se está respondiendo a esta generación? ¿cómo podemos afrontar el reto que tenemos por delante? ¿qué premisas imprescindibles deberíamos considerar en la escuela para dar respuesta a su aprendizaje?

Os esperamos el día 15 en la Sede 9: Madrid de Kfe Innovación. También tú puedes plantearnos tus preguntas o dejarnos tus respuestas… nos vemos!

¿Cómo aprende la generación actual? #Kfe Innovacion

El día 15 de junio debatiremos, tomando un café, en nuestra sede 9 #MAD01 de @kfeinnovacion sobre ¿cómo aprende la generación actual?

Escribo este artículo para comenzar el debate on line, ¿os parece?

Comencemos entonces planteando si sabemos las características de la Generación actual, llamada también Generación Y, Global… Quizás comenzar planteando dichas características puedan darnos las claves de su aprendizaje o, por lo menos, las claves de cómo diseñar escenarios de enseñanza donde ellos tengan mayores posibilidades para aprender y que ese aprendizaje les sirva para ser competentes en la sociedad que vivirán.

José María Bautista  (@jmbautista2) en su libro “Todo ha cambiado con la Generación Y: 40 paradigmas que mueven el mundo”, nos da algunas claves que resumo a continuación y que deberíamos considerar. La Generación Y es:

* Postmaterial y Transracional: es una generación pulsional, del caos, de la intuición, la empatía, desihibida, positiva e hipertextual. Es la generación del pensamiento no lineal, pueden comenzar leyendo un mensaje y saltar a ver un vídeo o buscar un término en el navegador… no les vale la secuencia lógica que a nosotros nos funcionaba, primero va a, después b y después… en el caso de esta generación, se mueven en una lógica hipertextual, como el propio lenguaje de internet y que además está mediatizada claramente por las emociones. Les atrae el mundo innovador, donde se les rompan sus esquemas y les haga sentir y vivir emociones.

* Tecnológica y Social media: conocen de manera innata el funcionamiento instrumental de cualquier aparato tecnológico que surja y nazca con ellos. Su tiempo libre está mediado todo el tiempo por la presencia de estos aparatos, los iPod, Blackberry, teléfonos móviles, les permite la conexión con la Red Social en mayúsculas, más allá de las fronteras geográficas, y más allá de las fronteras de la presencialidad. Tuenti, Facebook, Messenger, Google… son parte de su Universo, parte de su ocio, pero también de su aprendizaje.

* Autoconstructivo: en cuanto cae en sus manos algo que les atrae lo exploran y crean. No esperan la “sesión magistral”, aprenden haciendo, creando, inventando y compartiendo. Youtube es un ejemplo claro de este concepto, cuántos vídeos inundan la red creados más o menos elaborados para contar, mostrar y compartir lo que están aprendiendo continuamente. No se paran a aprender una cosa para después aprender otra, no se paran a escuchar la lección magistral, buscan en foros, hablan con amigos, investigan y prueban para conseguir hacer lo que desean hacer y que forma parte de su motivación y de su sentir.

Estas son las características generales de la Generación Y. Ahora van las preguntas para comenzar el debate… ¿creéis que en la escuela actual se está respondiendo a esta generación? ¿cómo podemos afrontar el reto que tenemos por delante? ¿qué premisas imprescindibles deberíamos considerar en la escuela para dar respuesta a su aprendizaje?

Os esperamos el día 15 en la Sede 9: Madrid de Kfe Innovación. También tú puedes plantearnos tus preguntas o dejarnos tus respuestas… nos vemos!

¿Cómo aprende la generación actual? #Kfe Innovacion

El día 15 de junio debatiremos, tomando un café, en nuestra sede 9 #MAD01 de @kfeinnovacion sobre ¿cómo aprende la generación actual?

Escribo este artículo para comenzar el debate on line, ¿os parece?

Comencemos entonces planteando si sabemos las características de la Generación actual, llamada también Generación Y, Global… Quizás comenzar planteando dichas características puedan darnos las claves de su aprendizaje o, por lo menos, las claves de cómo diseñar escenarios de enseñanza donde ellos tengan mayores posibilidades para aprender y que ese aprendizaje les sirva para ser competentes en la sociedad que vivirán.

José María Bautista  (@jmbautista2) en su libro “Todo ha cambiado con la Generación Y: 40 paradigmas que mueven el mundo”, nos da algunas claves que resumo a continuación y que deberíamos considerar. La Generación Y es:

* Postmaterial y Transracional: es una generación pulsional, del caos, de la intuición, la empatía, desihibida, positiva e hipertextual. Es la generación del pensamiento no lineal, pueden comenzar leyendo un mensaje y saltar a ver un vídeo o buscar un término en el navegador… no les vale la secuencia lógica que a nosotros nos funcionaba, primero va a, después b y después… en el caso de esta generación, se mueven en una lógica hipertextual, como el propio lenguaje de internet y que además está mediatizada claramente por las emociones. Les atrae el mundo innovador, donde se les rompan sus esquemas y les haga sentir y vivir emociones.

* Tecnológica y Social media: conocen de manera innata el funcionamiento instrumental de cualquier aparato tecnológico que surja y nazca con ellos. Su tiempo libre está mediado todo el tiempo por la presencia de estos aparatos, los iPod, Blackberry, teléfonos móviles, les permite la conexión con la Red Social en mayúsculas, más allá de las fronteras geográficas, y más allá de las fronteras de la presencialidad. Tuenti, Facebook, Messenger, Google… son parte de su Universo, parte de su ocio, pero también de su aprendizaje.

* Autoconstructivo: en cuanto cae en sus manos algo que les atrae lo exploran y crean. No esperan la “sesión magistral”, aprenden haciendo, creando, inventando y compartiendo. Youtube es un ejemplo claro de este concepto, cuántos vídeos inundan la red creados más o menos elaborados para contar, mostrar y compartir lo que están aprendiendo continuamente. No se paran a aprender una cosa para después aprender otra, no se paran a escuchar la lección magistral, buscan en foros, hablan con amigos, investigan y prueban para conseguir hacer lo que desean hacer y que forma parte de su motivación y de su sentir.

Estas son las características generales de la Generación Y. Ahora van las preguntas para comenzar el debate… ¿creéis que en la escuela actual se está respondiendo a esta generación? ¿cómo podemos afrontar el reto que tenemos por delante? ¿qué premisas imprescindibles deberíamos considerar en la escuela para dar respuesta a su aprendizaje?

Os esperamos el día 15 en la Sede 9: Madrid de Kfe Innovación. También tú puedes plantearnos tus preguntas o dejarnos tus respuestas… nos vemos!

La educación es anacrónica

Muy interesante escuchar este programa de Redes, dirigido por Eduard Punset, y que entrevista a Ken Robinson.

Es destacable escuchar la idea de por qué nuestra educación no se está adaptando a la sociedad actual, los conceptos claves. Sobre todo porque este tipo de ideas pueden ayudar a cambiar radicalmente el concepto de escuela, plantear nuevos espacios para aprender, nuevas didácticas y nuevos conceptos incluso.

Metodología cooperativa de aula, ¿sabemos lo que es?

Casi todos los que nos dedicamos a la educación hemos oído, e incluso coqueteado haciendo algunos pinitos, con el término cooperativo, pero ¿sabemos realmente a qué nos referimos cuando hablamos de ello?, ¿sabemos distinguir entre metodología cooperativa (aprendizaje cooperativo) y metodología colaborativa?

El aprendizaje cooperativo es una metodología que se basa en pequeños grupos de trabajo, seleccionados de forma intencional, que permiten a los alumnos trabajar juntos en la consecución de metas comunes, beneficiosas para todos los participantes.

Las características generales son:

  • Es una metodología activa.
  • Está basada en la experiencia e interacción entre los alumnos.
  • El rol del profesor se basa en la supervisión activa y no directiva tanto del proceso de aprendizaje, como de las interacciones entre los alumnos.
  • Posibilita que los alumnos aprendan unos de otros, así como del profesor y del entorno.

El aprendizaje cooperativo hace hincapié en las relaciones interpersonales y en la experiencia colectiva como fuentes del crecimiento social y cognitivo de los estudiantes. Para conseguirlo, propone un acercamiento muy “estructurado” al trabajo de grupo.

Y por otra parte, ¿qué entendemos por colaborativo? Muchas veces tendemos a pensar que es lo mismo y sin embargo esto no es exactamente así, colaborar y cooperar son términos diferentes aunque en la cooperación haga falta la colaboración.
Cada uno de los términos  representa un extremo de un espectro del proceso enseñanza-aprendizaje que va de ser altamente estructurado por el profesor (cooperativo) hasta dejar la responsabilidad del aprendizaje principalmente en el estudiante (colaborativo).

La cooperación es una estructura de interacción diseñada para facilitar el logro de una meta o producto final específico por un grupo de personas que trabajan juntas. El aprendizaje cooperativo es definido por un conjunto de procesos que ayudan a las personas a interactuar para lograr una meta específica o desarrollar un producto final, por lo general ambos relacionados directamente con un contenido.
A diferencia de la cooperación, la colaboración es una filosofía de interacción donde los individuos son responsables de sus acciones, incluyendo el aprendizaje, y respetan las habilidades y contribuciones de sus compañeros. El aprendizaje colaborativo es una filosofía personal, no solo una técnica del aula. En la cooperación existe siempre una meta o producto común, beneficioso para todos, existe lo que llamamos Interdependencia positiva, tanto en cuanto a metas, como roles, tareas… En la colaboración esto no es necesario.

Para llevar a cabo el aprendizaje cooperativo en el aula, lo primero que hace falta es creer firmemente que con él estamos contribuyendo a un cambio radical del espacio de aula, de estructura de grupo y de metodología de trabajo que va a repercutir positivamente en el aprendizaje de nuestros alumnos y en el nuestro propio. No hago aprendizaje cooperativo para que se lo pasen bien los chicos, hago aprendizaje cooperativo porque sé en qué fundamentos teóricos se asienta y por tanto sé que mejora significativamente el aprendizaje.

Por otra parte, conocemos en profundidad las bases de esta metodología y los elementos que debo contemplar en el diseño:

  • Interdependencia positiva: es fundamental el estímulo al esfuerzo, el apoyo mutuo y la ayuda recíproca. En el aprendizaje cooperativo Yo gano si Tú ganas, es decir, todos ganamos. Ha de existir interdependencia positiva en cuanto a: objetivos, recompensas, recursos y roles.
  • Responsabilidad individual que se asegura cuando el estudiante sabe que sus realizaciones y resultados académicos serán verificadas y valoradas. Para conseguirlo es importante mantener un grupo de trabajo reducido, hacer evaluaciones individuales, examinar al azar a estudiantes oralmente pidiéndole a uno de ellos que exponga el trabajo grupal, etc.
  • Evaluación grupal: la evaluación ha de hacerse en una doble vertiente, por parte del profesor y por parte del propio grupo, que sean conscientes de en qué medida están alcanzando los objetivos y mantienen buena relación. La evaluación grupal imprime cohesión al grupo.
  • Interacción interpersonal cooperativa: es importante confiar y conocer a los demás, tener habilidades de comunicación, aceptarse y apoyarse, y ser capaces de resolver los conflictos de forma constructiva.
  • Elaboración cognitiva de la información: tener la premisa de que siempre HAY ALGO QUE APRENDER, la ayuda implica explicaciones, formulación de ejemplos e IGUALDAD DE OPORTUNIDADES.

Sobre la felicidad

Acabo de escuchar al psicólogo Daniel Kanheman en el TED, hablar sobre la Felicidad y nuestras trampas cognitivas.

Os invito a pinchar en el enlace y escucharle porque es muy interesante lo que plantea. Me ha llamado la atención cómo nuestros recuerdos (la memoria) mediatizan en la concepción de las experiencias reales haciendo que ese recuerdo sea lo que hace que sintamos si la experiencia ha sido grata o no y si el balance final es de felicidad.

No es lo mismo lo que vivimos que lo que recordamos que hemos vivido, y eso hace que valoremos los acontecimientos y, en ocaciones, nuestra vida en general.

La felicidad, esa meta tan deseada pero tan lejana muchas veces, es producto de nuestra memoria. Probablemente n0 dependa tanto de tener o no tener salud, dinero o amor, si no más bien de qué rememoramos cuando pensamos en esas tres cosas, de las experiencias vividas en torno a ellas y el recuerdo fuertemente asociado a ellas.

¿Y cómo hacer entonces para alcanzar la felicidad? ¿es posible ser feliz aunque no se tenga ni dinero, ni salud, ni amor? Interesante debate ¿verdad?