Nagore es de aquellas películas que te dejan absolutamente helado durante toda la proyección, y más si la estás viendo con la madre de Nagore en la sala, y con quien tú has ido al cine que tiene hijas adolescentes.
Con una elegancia y un gusto exquisito, Helena Taberna nos relata todos los hechos posteriores al asesinato de Nagore Laffage a manos de un médico residente de psiquiatría, y compañero de ella en el hospital. Hechos sucedidos en los Sanfermines de 2008. Se nos muestra parte del juicio y parte de la vida posterior de Asun Casasola, la madre de Nagore Laffage, y otros familiares y amigos.
La película deja a nuestra valoración si nos parece justo que su familia y amigos sigan apelando para que el crimen se considere asesinato con alevosía, y no simplemente homicidio, como fue condenado por el hecho de haber consumido alcohol. Aquí se me ha planteado una gran duda. ¿Realmente debemos considerar un atenuante el consumo de alcohol o de drogas? ¿Esto de alguna forma no está incitando a dicho consumo? Total, si bebo, en una cantidad que se considere adecuada, puedo cometer crímenes y que estos me resulten más “baratos”.
Otra duda que me surge es que ,por el hecho de no ser pareja, parece que no se puede considerar este asesinato como “de género” , pero a mi me parece que queda bastante claro que el crimen se produce porque un hombre joven no acepta la decisión de una joven de no mantener relaciones. Y encima se intenta levantar una nube de culpabilidad alrededor de la mujer por haber subido a la casa. La víctima es la culpable porque ya se sabe como son los hombres!!
Se me abren las carnes al oir en el juicio la pregunta ¿Erá Nagore muy ligona? Y es que, qué avanzada es nuestra cultura en el trato a las mujeres, no como otras!!
