Archive for junio, 2011

Notas finales, ¿vacaciones?

Posted 27 junio, 2011 By gema
vacaciones

Voy a dedicar esta entrada a mis hijas de 14 años, porque ya están en la ESO, porque ya han aprendido a suspender, porque ya han aprendido a bloquearse en los exámenes y a saber lo que son las etiquetas invisibles que nos coloca la gente. Porque son casi Adolescentes, porque están en riesgo de formar parte del porcentaje de chavales que “fracasan” en los estudios convirtiéndose en personas con un futuro limitado, al menos desde un punto de vista académico.

Y voy a empezar colgando este vídeo porque creo que introduce muy bien el sentimiento de ansiedad que yo, como madre y también como profesional, he sentido y sigo sintiendo frente a ESO que se supone que nuestros hijos tienen que superar.Imagen de previsualización de YouTube

Después del ver el vídeo deberíamos preguntarnos ¿por qué?, ¿por qué todos esos chicos se aburren en el aula? ¿por qué todos esos profesores se aburren de su trabajo? ¿por qué todos ellos fracasan en el objetivo de enseñar y aprender? Mis hijas de 14 años son dos niñas estudiosas, responsables, alegres y con energía para estudiar ESO y más cosas como música o teatro e, incluso, algún deporte. Pero desde hace dos años, desde que pasaron a ser estudiantes de secundaria, sienten que no llegan a conseguir los objetivos que les ponen sus profesores, suspenden, sí, pero estudiando, y esto es lo más sorprendente. Ahora ha terminado el curso, pero alguna que otra asignatura ha quedado pendiente para septiembre, cosa que es la primera vez que sucede y que les ha supuesto mucho estrés. Aunque sus profesores les transmiten un mensaje de tranquilidad, “no pasa nada, en septiembre lo vas a conseguir y además con nota!” Y yo me pregunto, si va a sacar nota en septiembre ¿por qué no lo pueden sacar en junio? Y lo que me parece todavía más curioso, ¿por qué saben que lo conseguirá basándose en un examen? Todos sabemos que los exámenes son pruebas de un momento, de un día, de una hora. No es lo mismo hacer un examen a la semana que dos exámenes diarios, tampoco es lo mismo hacer un examen a las ocho de la mañana que a las dos de la tarde. Pero sobre todo, ¿ por qué damos tanta importancia a los exámenes como métodos de evaluación? Me gusta esta entrada en este blog, “El Adarve”, porque me siento completamente identificada con el sufrimiento, como madre, pero también como profesional relacionada con formación del profesorado, con educación, con innovación. Sinceramente, creo que falta mucho, mucho todavía para que hablemos de innovación en el aula por muchas pizarras digitales que coloquemos y nuestros alumnos vayan cargados con ordenadores portátiles en lugar de libros. Falta mucho porque todavía no nos hemos metido a fondo con la Evaluación, nos falta seguridad para poder decidir que no necesito exámenes (o al menos sólo exámenes) para poder medir las competencias de mis alumnos. Nos falta valor para acercarnos de verdad a la evaluación, ¿quizás porque no queremos ver el reflejo de nuestra propia competencia como enseñantes?

Hablamos de competencias, pero cuando decimos esta palabra siempre nos referimos a los alumnos, las competencias básicas que nuestros alumnos tienen que tener. Pero, ¿y las competencias docentes? Muchas veces tengo la sensación de que los docentes no quieren formarse para adquirir dichas competencias, la mayor parte de las veces lo hacen para obtener alguna certificación pero luego siguen replicando una y otra vez el mismo método, la misma forma de exponer (que no de enseñar), la misma forma de evaluar o, mejor dicho, de examinar.

Le dedico esta entrada a mis hijas para decirles además, que me encantan las competencias que ya tienen adquiridas: las de la responsabilidad, el interés, el esfuerzo, el compañerismo, la amistad, el juicio crítico (no todas ellas adquiridas en la escuela, por cierto). A ellas y a muchos otros chicos, les envío muchos ánimos para los cursos que aún les quedan, pero sobre todo muchos ánimos para todo lo que les queda por hacer en la vida y que será lo que ellos quieran hacer.

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¿Bailamos?

Posted 2 junio, 2011 By gema
filarmonica

Estamos llegando a la recta final del curso, un curso más, un año más con resultados muy parecidos. Observo los foros, las redes, tanta innovación que se supone que estamos arrancando no se refleja después en los alumnos. Éstos siguen contando los días hasta el final del curso, centrados en terminar cuanto antes los exámenes y por fin disfrutar de sus vacaciones. Y esto se repite un año tras otro, pasando de curso sin detenerse apenas en lo que la escuela les está ofreciendo, aunque quizás no les esté ofreciendo tanto…

Es muy interesante leer en las redes el movimiento que están causando las TIC, cualquiera que no esté día tras día observando el panorama pensaría que estamos avanzando mucho, cambiando paradigmas, estrategias, innovando de verdad. Sin embargo tengo la impresión de que es tan solo una línea débil, que se mantiene gracias a los que estamos mirando lo que pasa en estos medios. La otra línea, la más fuerte, paralela a esta, es la de los profesores estresados porque los niños les faltan el respeto en el aula, estresados porque se acerca la evaluación final y hay que corregir exámenes, alumnos estresados porque tienen que aprobar, padres y madres preocupados porque sus hijos aprueben… En fin, ¿que donde está la innovación? Que está muy bien que haya iniciativas de algunos profesores, eso es mejor que nada, pero ¿dónde está el proyecto de cambio real?,¿ cuándo vamos a conseguir que cambien realmente las estructuras de los centros?, ¿cuándo vamos a sacar la escuela a la calle?

Igual que en este vídeo, donde la Filarmónica de Copenhage sale a la calle y toca el Bolero de Ravel en la Estación Central, la escuela debería romper sus muros, integrarse en su entorno y mostrar a los alumnos la vida. Hacer que éstos no estén contando los días para salir de la escuela porque la escuela esté dentro de sus días, en sus vidas, en sus calles. Y esto no se consigue con algunas experiencias aisladas, se consigue realizando un verdadero pensamiento grupal. De nada serviría que uno de los músicos de la Filarmónica saliera a la calle a tocar, sería un músico más, un buen músico más, de los que tocan en la calle y quizás no nos pararíamos a mirar (como podemos ver en este vídeo en el que Ara Malikian, probablemente uno de los violinistas mejores, sale a tocar en el metro y recibe muy poca atención). El impacto de la Estación Central de Copenhage reside en el grupo, en la orquesta. Es más difícil hacer que se oiga nuestra voz si somos uno, la fuerza del grupo es más potente.

Así debería ser en educación, romper de una vez el trabajo individual, ponernos a trabajar en grupo para generar proyectos de cambio. Todo cambio pasa por un proyecto, un propósito para generar objetivos y acciones encaminadas a conseguirlos. Los centros siguen reproduciendo los modelos burocráticos exigidos por las administraciones, dejando el papel de la innovación en los profesores, y éstos hacen lo que pueden y/o lo que quieren, y no se les oye tanto como sería deseable.

Para producir una auténtica innovación hay que juntar a la orquesta, que cada uno aporte lo que sabe “tocar”, y que comience a sonar. Y para comenzar hemos de tener la “partitura”, para saber cuáles son los pasos que hemos de dar. De ahí la importancia del Proyecto para integrar cualquier cambio, pedagógico, tecnológico, arquitectónico… primero pensamos, consensuamos y, después, actuamos. Hacer un proyecto que contemple a todos los actores implicados, que sea capaz de sacar el partido de cada uno de ellos, profesores, equipo directivo, familias, alumnos, personal no docente… todos los que trabajamos por y para la educación. Los que queremos que el cambio llegue, los que queremos que el aprendizaje no se base exclusivamente en exámenes y pruebas de nivel. Todos los que deseamos que nuestros niños y  adolescentes no tengan ganas de que suene el timbre de salida del cole para poder “hacer su vida”.

Cada vez es más urgente mediar en este divorcio entre la escuela y la vida, y conseguir que vuelvan a ir de la mano. Romper de una vez con el modelo industrializado de la escuela de timbres, planificaciones y exámenes, y avanzar hacia una escuela activa del conocimiento.

Conocimiento como “hechos o datos de información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un tema u objeto de la realidad”.

Y existen herramientas que intentan llevar la realidad a la escuela, que pueden llevar la realidad a la escuela, pero ¿por qué no llevar también la escuela a la realidad? Las TIC nos permiten lograrlo, pero nos falta lo más importante que es dar el salto hacia un proyecto realmente innovador.

¿Qué me dices? ¿te animas a bailar conmigo?

Por una escuela innovadora:

Fundación Siglo22: http://fundacionsiglo22.org

Centros en Red: http://siglo22.net/enred

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