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¿Cómo influyen las emociones en el aprendizaje?

Posted 16 noviembre, 2011 By gema
felipe_clase

En los últimos eventos en los que he estado ha habido una constante casi universal, la importancia de las emociones, el afecto, a la hora de enseñar y aprender. De lo que yo deduzco otras variables como la confianza, la empatía, el buen humor… ¡Comprobado! La mayor parte de los seres humanos aprenden más y mejor en contextos en los que se sienten bien, ríen, confían y tienen emociones positivas. Lo estoy descubriendo este año después de ir conociendo diversas experiencias directas con los mismos niños en unos ambientes o en otros.

Muchos dirán que en la secundaria no se puede tener tan “buen rollito” porque los adolescentes se te suben a la parra. Y es que para unos cuantos, esta generación de adolescentes es una generación pasota, que no quiere aprender, que falta al respeto, que miente, que no saben nada… Pero nada más lejos de la realidad, los adolescentes de hoy (como los de todas las épocas) quieren aprender, eso es seguro. Lo que quizás no quieran o no sepan aprender es el lenguaje codificado que utilizamos muchas veces en el aula, el lenguaje verbal y, por supuesto, no verbal y emocional. Lo que es un hecho es que los adolescentes no toleran las injusticias, lo que ellos creen que son injusticias, comienzan a tener autonomía en sus pensamientos y eso los adultos no lo llevamos siempre bien. Esta generación además, es una generación mucho más desinhibida que las anteriores, más capaz de expresarse y de mostrar sus opiniones, cosa que en las aulas no es siempre bien tolerada. Vivimos las opiniones muchas veces como faltas de respeto. Quizás ha llegado el momento de enseñar a expresar emociones de una manera inteligente y eficaz… ¿sabemos?

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El primer problema al que nos enfrentamos es nosotros mismos, ¿cómo resolver nuestros propios déficits en cuanto a inteligencia emocional se refiere si nunca nos han enseñado qué es eso, si además nuestro entorno dedicaba gran cantidad de tiempo a entrenarnos en la disciplina y el orden? Hemos aprendido en un entorno diferente, donde los contenidos lo eran todo para poder llegar a ser algo más que tus padres. Pero ahora parece que a nuestros chicos no les importan los contenidos, parece que les importan más otros temas. Las relaciones con sus iguales, las relaciones con sus profesores y con sus padres, marcan definitivamente cómo aprenden o cómo se vuelcan o no en los estudios. Pero nosotros no nos damos cuenta porque nos da miedo. Pensamos que si les dejamos rienda suelta a sus intereses y sus formas de aprender estamos siendo blandos o quizás no estamos encaminando sus pasos. Tenemos miedo a perder el control, o la autoridad, y luchamos contra nosotros mismos para que eso no pase. Y es que tenemos dudas, no tenemos claro qué es eso de la autoridad, lo confundimos muchas veces. También nos da miedo la risa, porque creemos que es un síntoma de que no se toman en serio nada (ellos, no nosotros), y preferimos verles en el aula sentados, serios, y callados porque pensamos que así están concentrados en la clase y aprenden más.

Divertido ¿verdad?

Sin embargo la risa es la expresión del bienestar en el ser humano. Todos queremos reír, porque nos gusta sentirnos bien. Lo que pasa es que por alguna razón nos han convencido de que tanto en el trabajo como en la escuela, para rendir bien hay que estar serio y callado.

Tremendo error, cada vez hay mas empresas que crean espacios divergentes donde dar rienda suelta a la creatividad de sus empleados, son esas empresas sí, que dan gran valor al trabajo en equipo, a la comunicación y a la “disrupción”, entendiéndose ésta como algo positivo desde donde salen muy buenas ideas.

¿Y el aula entonces cómo debería ser? Aparte de cambiar radicalmente nuestros espacios físicos para aprender, sobre todo tenemos que cambiar nuestras cabezas, hacia una escuela mas emocional.

Si tuviera que soñar en cómo debería ser mi aula ideal la soñaría del siguiente modo:

Sería un grupo de personas implicadas en el proceso de enseñar y aprender, de diferentes edades e intereses, donde sobre todo se exploraran los talentos de cada uno y siempre hubiera risas. Que cada logro fuera resaltado, por muy pequeño que fuera, y que cada fracaso se convirtiera en una oportunidad para lograrlo. Los maestros se equivocarían también y mostrarían sus emociones de manera eficaz para poder enseñar a sus alumnos a mostrar las suyas. Y todos, sobre todo, estaríamos contentos de enseñar y aprender.

¿Utopías? ¿Conoces alguna escuela así? Cuéntamelo…

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Tecno-adicciones y otras hierbas

Posted 27 septiembre, 2011 By gema
foto_blog_adicciones

El pasado 17 de septiembre El Confidencial publicó un reportaje sobre Niños adictos a la Blackberry en el que tuve la oportunidad de participar como “experta” en el tema. El títular era ese y el subtitular: “No es recomendable que los menores de 17 años tengan su propio dispositivo” y exponía dos posturas contrapuestas aunque no tan diferentes como veremos a continuación. En cualquier caso no me considero “tecnófila” como me presentan en el artículo, si no más bien preocupada e interesada en los procesos de cambios y adaptación.

El artículo expone que también los dispositivos electrónicos móviles pueden generar adicciones igual que las sustancias consideradas adictivas hasta ahora. Y efectivamente es así, pero esto no va relacionado con el uso que normalmente vemos a nuestros jóvenes hacer. La ausencia de límites en general conlleva muchos trastornos para los niños, tanto si usan o no móviles, blackberrys, iPhones… Hay una serie de repertorios fundamentales que el ser humano debe aprender para tener una adecuada adaptación a la sociedad, como por ejemplo horarios, límites,  consecuencias a su comportamiento, recibir y expresar afecto,  resistencia a la frustración, demora del refuerzo… y si somos capaces de enseñar todos estos repertorios y algunos más a nuestros infantes, seremos capaces de hacerles ver que no pueden depender de ninguna sustancia ni ningún dispositivo para ser felices.

Los cambios generacionales en general se llevan mal. Esta mañana en el vestuario de la piscina escuchaba como dos mujeres comentaban que los niños de ahora no quieren aprender, que no sienten curiosidad, y que es importantísimo el clima de cultura que se viva en las casas. Son comentarios demasiado serios, si el ser humano está llegando a no querer aprender estamos completamente sentenciados a la extinción como especie. Por otra parte, nunca ha existido tanta cultura en las casas como ahora, por lo menos en mi ciudad. Yo recuerdo mi infancia y mi adolescencia (y no es que sea una jovencita precisamente) y sé que en mi casa la cultura estaba restringida, no porque mis padres no quisieran si no porque no podían, porque el entorno educativo era muy diferente, porque nuestros padres bastante tenían con suministrarnos el acceso a la educación-cultura que ellos no pudieron tener en muchos casos. Y esto se traducía en enciclopedias de 50 tomos con el saber estático y, en algunos casos, doctrinario. Se traducía después en algunos programas educativos que podíamos ver con cuentagotas, y quien tuviera suerte, quizás, podría tener algún padre, madre o hermano mayor que le ayudara con los deberes aunque esto era en contadas ocasiones. ¿Recordamos con nostalgia esta época? ¿o es que estamos absolutamente perdidos con la generación que nos acompaña ahora? ¿Creemos que éramos mejores o teníamos menos riesgos? Durante mi adolescencia el riesgo a consumir drogas en edades tempranas era real, existían también (como ahora) y además teníamos mucha menos información tanto padres como hijos. No por eso nos hicimos todos drogadictos.

¿Y queríamos aprender? ¿O teníamos que aprender? Era una deuda con tus padres, con la sociedad, con tu entorno, con tu generación. Pero evidentemente, tampoco esto era para todos.

Vivimos una etapa magnífica para el saber, tenemos una generación magnífica para el aprendizaje, pero tenemos muchos miedos y muchos prejuicios. Demasiada nostalgia de tiempos pasados que nos impide desarrollar la creatividad para explorar nuevos lugares, nuevos métodos, nuevos escenarios para la generación actual que se caracteriza por formas diferentes de aprendizaje, de relacionarse con el entorno. Es una generación muy motivada para el aprendizaje, al contrario de lo que mucha gente se empeña en hacernos creer.

Sin embargo, es una generación con poca orientación justamente porque sus adultos (nosotros) nos empeñamos en no quererlos conocer. Queremos que sean como éramos nosotros, nos extrañan sus formas de reaccionar, y nos molestan. Y como no sabemos, les dejamos hacer. Y como TODOS lo hacen, no se nos vaya a frustrar, hay que dejarles hacer lo que hacen todos. Y ahí sí que existen riesgos de adicciones o determinados comportamientos que les impida desarrollarse adecuadamente. Han de plantearse los límites también con las tecnologías móviles, hay que mostrarles lo absurdo de sus comportamientos (cuando se den). Pero hemos de mentalizarnos de que las tecnologías móviles o no, tienen mucho de positivo para que ellos quieran aprender también.

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Las adicciones existen, normalmente motivadas por la ausencia de aprendizaje de diferentes repertorios. Una Blackberry por supuesto que tiene riesgos de generar adicciones, pero no todos los niños con BB son adictos. Ni tampoco lo son los que continuamente consultan sus mensajes o, incluso, participan de una reunión liderada por estos aparatitos con sus amigos. La adicción la define el comportamiento que se da cuando no existe el elemento adictivo, si a esos niños les quitamos la BB u otro de los dispositivos móviles a los que están enganchados, manifiestan síntomas de un síndrome de abstinencia (irascibilidad, ansiedad, obsesión, …), en definitiva muestran dependencia y pérdida de control sobre el dispositivo. Y esto se puede dar, pero no creo que el hecho de prohibir y limitar la edad de acceso sea la solución. Creo que la solución se ha de dar durante toda la vida del individuo. Enseñamos y orientamos desde que nacen, y no hemos de dejar de hacerlo con ninguna de las cosas que se encuentren en el camino, ni con los aparatitos, ni con las sustancias, ni con las personas. Es una educación del carácter, de saber decir no, de tener autocontrol.

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Poner límites de edad sólo provoca que los niños tengan la necesidad de mentir, como pasa con las redes sociales (¿cuántos niños tienen tuenti o facebook con 12 años?), a sabiendas de los padres que lo consideran normal. ¿Alguna vez nos hemos planteado que permitir que un niño mienta sobre su edad en las redes, está enseñándole a mentir en otros sitios? Quizás sólo estamos centrándonos en el aparato (BB, iPhone, iPod, móvil) en lugar de en lo que no se ve. Quizás estamos dejando de hacer algunas cosas que como sociedad deberíamos hacer, como enseñar a utilizar las cosas, y a prevenir la aparición de conductas dañinas y poco saludables.

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Las tutorías: ¿plan o intervención?

Posted 25 julio, 2011 By gema
tutorias

Este verano estoy leyendo noticias sobre la nueva actuación del Gobierno de la Comunidad de Madrid sobre las tutorías. Parece que como nos faltan horas para dedicar a las matemáticas (o el inglés, o la lengua…) hemos de dedicar las que teníamos para llevar a cabo parte del Plan de Acción Tutorial y que se realizaban con el grupo. Según la Consejería, no se eliminan las tutorías, que ahora se llevarán a cabo de forma individual con cada alumno, en horario extraescolar y además serán remuneradas para el profesor!!

El problema no es cómo voy a conocer, yo como docente, a mis alumnos. El problema es que no sabemos en qué consiste el Plan de Acción Tutorial, y es que esto es más, mucho más, que simples horas dedicadas a hablar con los alumnos. Como su propio nombre indica es un plan, un conjunto de acciones que tienen como objetivo integrar a los alumnos en el proceso educativo en su conjunto: sí, también el social, grupal, de conocimiento mutuo entre compañeros y entre profesores y alumnos.

Como formadora, llevo impartiendo el módulo de Acción Tutorial ya casi once años por petición expresa de muchos centros en los que trabajo, me pregunto qué estarán pensando estos centros (sus profesores y directores) sobre esta nueva decisión. Muchos de los docentes con los que trabajo se quejan de falta de tiempo para poder enseñar a sus alumnos a trabajar en equipo, a prevenir conflictos, a crear nuevos escenarios para el aprendizaje. Y eso ahora que todavía hay tutorías.

Pero veamos un poco más en profundidad qué es la Acción Tutorial. La tutoría se conceptúa como una forma esencial y básica del ejercicio orientador a nivel de aula. Un instrumento útil y productivo al servicio del proceso educativo del alumno.

Las características de la ACCIÓN TUTORIAL son:

  • Continua.
  • Que implica a profesores, escuela, familia y medio social.
  • Que atiende a las particularidades de cada individuo.
  • Que proporciona al alumno la capacidad para su auto-orientación.

El tutor se erige como el responsable directo, junto con el Orientador de Centro de la labor de “educar para la vida”. La relación entre el Orientador y el Profesor-Tutor se establece en términos de un trabajo en equipo, que proporciona asesoramiento mutuo y se realiza de forma continuada.

Las funciones del tutor abarcan tres ámbitos fundamentales:

  • Alumnos
  • Padres
  • Otros profesores

E implica los siguientes ámbitos de actuación:

  • Desarrollo del autoconcepto
  • Relaciones interpersonales
  • Habilidades sociales
  • Clima de clase e integración grupal
  • Desarrollo de las competencias básicas
  • Habilidades de la vida
  • Habilidades para el estudio
  • Dificultades de aprendizaje

Así de modo sintético, esto es lo que significa la Acción tutorial y ahora pregunto, ¿creen que todo esto se puede llevar a cabo con entrevistas personales e individuales con los alumnos, padres o compañeros? ¿cómo voy a enseñar Habilidades Sociales si no tengo al grupo para entrenarlas? ¿cómo voy a desarrollar el trabajo para la mejora del clima de clase o integración grupal?

Ya era una asignatura pendiente, esto de las tutorías, muchos tutores dedican las horas de tutoría para dar su materia y esto es grave. Estos niños, los de la ESO, están en una fase fundamental de su vida a nivel madurativo y de desarrollo. Las familias somos importantes, pero los profesores, el centro educativo también lo son. Desde mi punto de vista, eliminar las tutorías o hacerlas tal y como propone la Consejería a nivel individual, es lo mismo que si un padre decidiera que no va a charlar durante la cena con sus hijos, ni va a ver qué tienen que hacer de tareas, ni trabajan valores de convivencia con los hermanos, y solo interviene cuando surge un problema y sólo si el hijo acude a solucionarlo… vamos, lo mismo que reprocha la sociedad a los padres en este momento, lo que se dice que está haciendo la familia: desatender su labor educativa.

¿Por qué la escuela secundaria puede desatender su labor educativa? ¿por qué le damos más importancia a las matemáticas, la lengua, el inglés? Nuevamente el problema es que estamos centrando la misión del centro educativo en el currículum rígido y parcelado, y no está apostando por nuevas metodologías, globales, capaces de generar dinámicas grupales de aprendizaje de todas las áreas del conocimiento.

Aunque ya lo vimos en este blog, vuelvo a remitirme a la excepcional charla de Sir Ken Robinson en el TED que para mí es inspiradora y reveladora sobre cuál debería ser el modelo o modelos hacia los que deberíamos tender como educadores. Estamos dejando de hacer muchas cosas, las fundamentales, para centrarnos en crear alumnos con un currículum único que tiene un peso diferente según materias. Igual que si un padre sólo se centrara en alimentar y vestir a sus hijos, sin configurar su personalidad.

Desde mi punto de vista, eso no es mejorar la educación, pero sólo es mi opinión.

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¿Bailamos?

Posted 2 junio, 2011 By gema
filarmonica

Estamos llegando a la recta final del curso, un curso más, un año más con resultados muy parecidos. Observo los foros, las redes, tanta innovación que se supone que estamos arrancando no se refleja después en los alumnos. Éstos siguen contando los días hasta el final del curso, centrados en terminar cuanto antes los exámenes y por fin disfrutar de sus vacaciones. Y esto se repite un año tras otro, pasando de curso sin detenerse apenas en lo que la escuela les está ofreciendo, aunque quizás no les esté ofreciendo tanto…

Es muy interesante leer en las redes el movimiento que están causando las TIC, cualquiera que no esté día tras día observando el panorama pensaría que estamos avanzando mucho, cambiando paradigmas, estrategias, innovando de verdad. Sin embargo tengo la impresión de que es tan solo una línea débil, que se mantiene gracias a los que estamos mirando lo que pasa en estos medios. La otra línea, la más fuerte, paralela a esta, es la de los profesores estresados porque los niños les faltan el respeto en el aula, estresados porque se acerca la evaluación final y hay que corregir exámenes, alumnos estresados porque tienen que aprobar, padres y madres preocupados porque sus hijos aprueben… En fin, ¿que donde está la innovación? Que está muy bien que haya iniciativas de algunos profesores, eso es mejor que nada, pero ¿dónde está el proyecto de cambio real?,¿ cuándo vamos a conseguir que cambien realmente las estructuras de los centros?, ¿cuándo vamos a sacar la escuela a la calle?

Igual que en este vídeo, donde la Filarmónica de Copenhage sale a la calle y toca el Bolero de Ravel en la Estación Central, la escuela debería romper sus muros, integrarse en su entorno y mostrar a los alumnos la vida. Hacer que éstos no estén contando los días para salir de la escuela porque la escuela esté dentro de sus días, en sus vidas, en sus calles. Y esto no se consigue con algunas experiencias aisladas, se consigue realizando un verdadero pensamiento grupal. De nada serviría que uno de los músicos de la Filarmónica saliera a la calle a tocar, sería un músico más, un buen músico más, de los que tocan en la calle y quizás no nos pararíamos a mirar (como podemos ver en este vídeo en el que Ara Malikian, probablemente uno de los violinistas mejores, sale a tocar en el metro y recibe muy poca atención). El impacto de la Estación Central de Copenhage reside en el grupo, en la orquesta. Es más difícil hacer que se oiga nuestra voz si somos uno, la fuerza del grupo es más potente.

Así debería ser en educación, romper de una vez el trabajo individual, ponernos a trabajar en grupo para generar proyectos de cambio. Todo cambio pasa por un proyecto, un propósito para generar objetivos y acciones encaminadas a conseguirlos. Los centros siguen reproduciendo los modelos burocráticos exigidos por las administraciones, dejando el papel de la innovación en los profesores, y éstos hacen lo que pueden y/o lo que quieren, y no se les oye tanto como sería deseable.

Para producir una auténtica innovación hay que juntar a la orquesta, que cada uno aporte lo que sabe “tocar”, y que comience a sonar. Y para comenzar hemos de tener la “partitura”, para saber cuáles son los pasos que hemos de dar. De ahí la importancia del Proyecto para integrar cualquier cambio, pedagógico, tecnológico, arquitectónico… primero pensamos, consensuamos y, después, actuamos. Hacer un proyecto que contemple a todos los actores implicados, que sea capaz de sacar el partido de cada uno de ellos, profesores, equipo directivo, familias, alumnos, personal no docente… todos los que trabajamos por y para la educación. Los que queremos que el cambio llegue, los que queremos que el aprendizaje no se base exclusivamente en exámenes y pruebas de nivel. Todos los que deseamos que nuestros niños y  adolescentes no tengan ganas de que suene el timbre de salida del cole para poder “hacer su vida”.

Cada vez es más urgente mediar en este divorcio entre la escuela y la vida, y conseguir que vuelvan a ir de la mano. Romper de una vez con el modelo industrializado de la escuela de timbres, planificaciones y exámenes, y avanzar hacia una escuela activa del conocimiento.

Conocimiento como “hechos o datos de información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un tema u objeto de la realidad”.

Y existen herramientas que intentan llevar la realidad a la escuela, que pueden llevar la realidad a la escuela, pero ¿por qué no llevar también la escuela a la realidad? Las TIC nos permiten lograrlo, pero nos falta lo más importante que es dar el salto hacia un proyecto realmente innovador.

¿Qué me dices? ¿te animas a bailar conmigo?

Por una escuela innovadora:

Fundación Siglo22: http://fundacionsiglo22.org

Centros en Red: http://siglo22.net/enred

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Descubre quién eres y apórtalo al mundo

Posted 18 mayo, 2011 By gema
Joan_Antoni_Mele

Hace tiempo que quería colgar este vídeo que me enviaron de Joan Antoni Melé, subdirector general de Triodos Bank, banca ética.

Hoy consigo colgarlo y me gustaría que lo escuchárais varias veces, hay mucho contenido en él, mucho contenido que nos hace pensar sobre el papel que estamos jugando en nuestra sociedad actual. Con respecto a muchos aspectos, economía, política, educación, pero sobre todo con respecto a nuestra contribución para la paz. No estamos siendo conscientes, o no queremos serlo, pero nuestra pasividad frente a lo que dictan los mercados, nuestra incomprensión o comprensión del mundo como un lugar salvaje en el que sólo gana el individuo y no el colectivo humano.

Este hombre nos habla de elecciones personales, de elegir ser humano frente a ser animal, dejar los instintos y las bajas pasiones, para elegir hacer una elección de nuestro destino como especie, con responsabilidad y compromiso por la paz. Una apuesta por la bondad. Y resalta algo muy interesante: el gran capital con el que cuenta el hombre por primera vez en el mundo que es el conocimiento, la inteligencia y poder. Teniendo por primera vez mucho conocimiento y poder, el mundo está cada vez peor. Y es que no entendemos que lo que hace uno sólo de nosotros afecta al resto, no entendemos que formamos parte de un “organismo global”, y que si una parte está enferma, afectará a todas las demás partes.

Y me quedo con la parte que más me ha emocionado: lo que debemos transmitir a nuestros hijos, lo que debemos enseñar, a descubrir sus capacidades para aportarlas al mundo para mejorarlo y no tanto a competir con otros para mejorar sólo uno mismo a costa de los demás. En sus propias palabras “no transmitir más miedo a nuestros hijos de que tienen que ganarse la vida, tenemos que decirles: descubre quién eres y apórtalo al mundo”.

Por último, y porque su exposición es más interesante que cualquier cosa que pueda escribir yo, lo más importante, poder mirar a nuestros nietos un día y decirles que intentamos cambiar el mundo, que intentamos un lugar mejor para ellos, un lugar de paz, aunque no lo consiguiéramos, antes que tener que soportar la vergüenza de mirarles a los ojos y decirles que ni lo intentamos.

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